miércoles, 4 de marzo de 2015

SECTOR TERCIARIO



El sector terciario es aquel que se dedica a la prestación de servicios a personas y entidades empresariales, lo cual abarca una gama muy amplia de actividades en constante aumento y que están relacionadas de una forma u otra con el consumo, por ello también se lo conoce como sector de servicios. Es un sector que no produce los bienes, dicha tarea la abarcan los dos sectores anteriores; se encarga de manejar la infraestructura (administrativa, física, social) para la producción de dichos bienes.
El sector de servicios ha crecido progresivamente con el desarrollo de la sociedad capitalista. Si bien durante el antiguo régimen era muy escaso y sus tareas se limitaban casi exclusivamente a la administración estatal, con el comienzo de la Revolución Industrial y la migración de la población del campo a la ciudad, se hace necesario que surjan nuevos entes capaz de solventar las necesidades de la sociedad como tiendas permanentes, servicios bancarios, escolarización o instituciones médicas. Será, sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX tras la Segunda Guerra Mundial cuando se desarrolle el Estado del Bienestar, caracterizado por el auge de los servicios. En la actualidad es el sector que más contribuye al Producto Interior Bruto llegando a albergar en torno al 70-80% de la población en países desarrollados.
A la hora de abordar las competencias de este sector, según quien lo controla, hay que dividirlas en servicios públicos y privados. En cuanto al primero, son prestados por las administraciones públicas y financiadas por los impuestos de los contribuyentes. El Estado tiene la obligación de controlarlos y en cierta manera monopolizarlos, en casos como la administración, defensa territorial o defensa ciudadana, así como garantizarlos brindando al ciudadano el acceso a una educación y sanidad.
En el caso de los privados, son aquellos controlados por el mundo empresarial cuyo objetivo es obtener beneficio económico por los servicios ofrecidos. En éste campo destacaríamos el comercio, transporte y turismo que pasaremos a detallar más detenidamente. 

Comercio: Al hablar de comercio nos referimos al intercambio voluntario de servicios y mercancías a cambio de un pago, que puede darse en dinero o mediante otro bien o servicio. Según el área que abarque esta actividad, lo dividimos en:

-Comercio interior: Aquella actividad comercial que se desarrolla limitado por las fronteras de un país, a su vez puede dividirse en comercio al por menor (venta directa a consumidores) o al por mayor (las empresas mayoritarias compran mercancías que venden a comercios menores)

-Comercio exterior: Es el intercambio de producto y servicios entre diferentes países, e incluye la exportación e importación de los mismos. A menudo suele reflejar la economía de un país mediante la “balanza de pagos”, un registro que mide el ratio de dinero ganado y pagado en dicho comercio. Para regular dicho comercio se creó en 1995 la Organización Mundial de Comercio, cuya finalidad es propiciar el comercio libre mediante la reducción de aranceles aduaneros, así como actuar de mediador en disputas comerciales. 

Turismo: El turismo se considera la actividad de desplazamiento humano de la residencia habitual a otra por motivos de ocio. Dicha actividad suele realizarse en lugares concretos, para lo cual depende de una infraestructura tanto física (características espaciales o culturales que hacen atractivo al lugar de turismo) como humana (estructuras al servicio del turismo para facilitar la actividad, como centros de ocio, hoteles, centros culturales…). Este servicio ha experimentado un crecimiento exponencial en la segunda mitad del siglo XX, convirtiéndose en un fenómeno de gran importancia económica para los países desarrollados. España destaca en este sector por las atractivas cualidades turísticas que ofrece (variedad climática o elevado patrimonio histórico y artístico)

Transporte: Se considera transporte tanto al traslado de productos como de personas, y según el vehículo empleado puede ser terrestre, aéreo o marítimo. La unión de las vías de transporte empleadas constituye la red de transporte.Este servicio ha sufrido un gran auge tras la primera y segunda revolución industrial, en el siglo XVIII y XIX, que permitieron el desarrollo de los medios de transporte tales como el ferrocarril, el barco a vapor, y la evolución de dichos medios al automóvil o los transportes aéreos. 
En la actualidad, gran parte de los desplazamientos se realizan mediante la combinación de medios de transporte, a lo que se denomina transporte intermodal. Este transporte se basa en crear conexiones entre los diferentes modos de modo que se dé la máxima eficacia en el ratio costo-tiempo.

Al hablar del sector terciario en Extremadura hay que destacar que es una provincia donde se encuentra poco desarrollado, aunque la mayor parte de la población esté dedicado a él (en torno al 66%). Esto se debe a que, hasta finales de los años 70, la economía extremeña se basaba en el sector primario y, en menor media, el secundario. Fue tras la conversión autonómica y la entrada de España en la Unión Europea, cuando se vio un auténtico desarrollo de dicho sector. Esto puede entenderse con la creación de servicios públicos para satisfacer las necesidades de las instituciones autonómicas.
En lo que respecta al sector privado, el transporte ha experimentado una evolución tras los años 80 con la construcción de la autovía Madrid-Lisboa y la de Ruta de la Plata, perpendicular a la anterior. En lo referente al transporte aéreo, solo cuenta con un aeropuerto en Talavera la Real, de escaso uso, salvo los vuelos a Madrid y Barcelona.
Por parte del comercio, la baja densidad de población, en su mayor parte dispersada por una región muy amplia, un nivel de renta bajo y pocas infraestructuras de transporte explican el poco desarrollo de este sector con respecto al nivel medio nacional. Pero si es importante destacar su comercio exterior, pues exporta más que importa, en especial energía eléctrica, productos hortofrutículas, cárnicos y tabaco, sobre todo con Portugal.
En cuanto al turismo, Extremadura tiene la suerte de ofrecer una serie de paisajes muy peculiares y únicos así como un ambiente rural muy demandado por habitantes de urbes más concentradas. Destaca además su patrimonio romano y medieval, contando sus tres ciudades principales (Cáceres, Mérida y Badajoz) con fuertes reclamos turísticos culturales.


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